LA CRISIS DEL PETRÓLEO, EL OCASO DE LA DICTADURA Y LA TRANSICIÓN.

Factores internacionales e internos volvieron a poner en un aprieto a la economía española entre 1975 y 1985. La crisis del petróleo en 1973 y el colapso del sistema monetario internacional de Bretton Woods en 1979 coincidieron con una etapa de profunda inestabilidad política en el ámbito nacional por los últimos años de la dictadura y el comienzo de la nueva democracia. Fue la primera crisis realmente moderna de la economía española: básicamente industrial y de servicios, en un contexto de creciente libertad económica y en la que un problema monetario, la inflación adquirió un gran protagonismo.


Los últimos gobiernos de Franco tardaron en reaccionar ante la crisis del petróleo y los primeros de la democracia estaban más centrados en la transición política que en los movimientos económicos. El resultado fue un freno del PIB per cápita, desequilibrios presupuestos, fuertes crisis industrial y energética, alta inflación, desempleo creciente...(datos aquí) También hubo una importante crisis bancaria que llevó a las entidades a desprenderse de sus carteras industriales y empezar a centrarse en la banca minorista y los préstamos hipotecarios, abonando el terreno para la aparición de los problemas financieros actuales.
El intento de salida de la crisis se encarnó en los Pactos de la Moncloa, de 1977, que impusieron sacrificios a los ciudadanos a cambio del establecimiento del Estado del Bienestar y que apuntaban unas reformas estructurales que patronal y/o sindicatos, según el caso, se encargaron de frenar. Unas reformas (laboral, de la Administración, de la representación política...) que algunos expertos ven aún hoy pendientes. Éste es quizás, visto en perspectiva, el legado más negativo de los años de la transición.
 La larga dictadura nos dejó en herencia una economía en muchos aspectos desequilibrada.

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